Hace poco veía una presentación titulada “no estamos deprimidos… estamos distraidos”. Nos mostraban cómo estamos expuestos a una gran cantidad de estímulos como la televisión, internet, el movil, anuncios en todos esos medios y por las calles, la contaminación acústica, estrés en el trabajo… si es que… ¡¡cualquiera que pueda permanecer tranquilo y centrado en esta sociedad es un maestro zen!!
Repercusiones
Si vamos más rapido a todas partes, si queremos siempre más, si queremos hacer muchas cosas y en ocasiones al mismo tiempo, nuestras mentes se aceleran, nos descentramos y perdemos esa conexión con nosotros y también con nuestro entorno. Nuestro cuerpo empieza también a resentirse con dolores de cabeza, de cuello, espalda y puede llegar provocarnos enfermedades mucho más serias como consecuencia de esa velocidad a la que nos empuja la sociedad.
Un día hablando con un amigo me dijo “la cuestión es ¿quién conduce el autobús? ¿tú…. o tu mente que reacciona automáticamente ante los estímulos que hay en tus entornos?” Yo luego estaba paseando por la calle y pasé delante de unos grandes almacenes y pensaba… ¡ostras! ¡necesito unos pantalones y un cargador de esos que cargan todo tipo de baterías para todos los dispositivos que tengo! Al lado, circulaban coches, motos, la gente casi corriendo por la calle, me repartían propaganda y de repente sonó el móvil… ¡¡que locura!! Era mi amigo y tan solo pude decirle… “el autobús… de momento… ¡¡no lo conduzco yo!!”
La sociedad de hoy en día nos empuja a entornos con muchos estímulos y mi propuesta es bajar revoluciones, pese a la sociedad. Así que estamos más bien distraidos que centrados en aquello que estemos viviendo en cada momento y nuestra atención va saltando de un lugar a otro sin tener nosotros demasiado consciencia sobre ello. En la sección de cómo mover tumundo puedes encontrar formas de empezar a conducir tu autobús.