La escena a recordar es la siguiente: se terminan las vacaciones y estamos con nuestra madre en unos grandes almacenes comprando todo lo necesario para el nuevo curso: zapatillas deportivas, chándal, libretas, lápices de colores, rotuladores… a parte de las típicas discusiones con mamá y que abra el probador cuando estamos con los pantalones por los tobillos (esto creo que es común jejejej) sentimos una gran ilusión por empezar un nuevo curso y ver a nuestros compañeros de clase. Te acuerdas de algo similar? Hoy en día, la vuelta… es al trabajo!
Un día en un curso un profesor contó una historia que había leído en una viñeta de un cómic: en la primera viñeta aparecen unos niños en una guardería: imagínate! Un niño echado en el suelo haciendo como que vuela, otro con las manos llenas de pintura que le está metiendo el pié en la boca a otro niño, 4 niños en un montón haciendo algo incomprensible por la profesora…. juguetes volando por toda la clase… un espectáculo vamos!! En la otra viñeta, aparece una parada de autobús con una fila de adultos: un señor con corbata leyendo sus correos en su blackberry, un adolescente con los cascos con música a todo volumen, un abuelo sentado mirando al más allá, otro adolescente jugando a su consola…
Debajo de esas dos viñetas aparece un cartel que pone: QUE ES LO QUE HA PASADO?
Evidentemente algo ha ocurrido desde que somos pequeños hasta que nos convertimos en adultos y ejercemos una profesión. Nos solemos volver más serios, más rígidos en nuestros pensamientos (y también en nuestros cuerpos) y nos aferramos con uñas y dientes a nuestra manera de pensar (de niños nos lo cuestionamos toooodo). Dejamos de jugar y pasamos a trabajar. Solemos perder ese tipo de ilusión que hace que los niños hagan las cosas sin esfuerzo, con total atención y sobre todo, con una energía infinita.
También es cierto que las vacaciones suele ser un periodo para volver a hacerse planteamientos sobre lo que uno quiere hacer con su vida en sus distintas facetas: familia, trabajo, deporte, amistades… nos volvemos a hacer el típico planteamiento de… “después de vacaciones voy a hacer régimen” o, “después de verano voy a ser más eficiente en el trabajo” o “ voy a empezar a hacer deporte” …. También es cierto que… no solemos conseguir ninguno de estos propositos y año tras año volvemos a los mismos hábitos… y de nuevo a los mismos propósitos post-vacacionales. Menudo círculo no?
Un amigo mío me dijo un día que uno no hace cambios en su vida hasta que no está realmente harto de vivir lo mismo día tras día. A mi me sirvió para, de vez en cuando, quedarme quieto y hacerme la siguiente pregunta: ¿ya está bien de esto, no? E inmediatamente me indigno tanto que empiezo a ver cómo quiero que esa situación o habito sea en mi vida (yo conecto con un discurso de Rajoy y esa indignación viene en un plis plas jejejej). Con un matiz: cojo esa parte de la indignación que me llena de ganas de hacer algo para cambiar las cosas.
PRUEBALO AHORA MISMO
El círculo habitual de tener todos los años los mismos propósitos… no te aburre? ¿ya está bien de esto no? Acuérdate de cómo te indignas ante algo ahora y mantente indignado por unos momentos. Imprégnate de esa energía que dice algo así como “BASTA YA” y empieza a pensar en aquello que te has propuesto cambiar. Ahora imagínate cómo quieres que sea esa situación o habito, imagínatelo con todos los detalles que te sea posible, imagina incluso cómo será tu voz o tu diálogo interno funcionando como quieres funcionar y sobre todo…. imagínate cómo se siente ese tú… funcionando como quieres. Que tal es? Es bueno para ti?
Hazlo!! Pruébalo!! A que estás esperando? A navidad? Te garantizo que nadie lo va a hacer por ti! Ánimo! Tu puedes!
Aquí te dejo unas sugerencias que me han venido genial para poco a poco introducir cambios en mi vida:
• Empieza con pocos propósitos (quien mucho abarca…) ya llevas años sin conseguir ninguno… que tal empezar por dos?
• Di lo que quieres conseguir con una frase sencilla y afirmativa (5 o 6 palabras)
• Conecta diariamente con aquello que quieres y acuérdate de Rajoy (indígnate!)
• Imagínate cómo será funcionar como quieres y cómo te sentirás funcionando así.
• Si no lo consigues por el camino A… prueba por el B…. Y si no… el abecedario es muy largo. El objetivo sigue siendo el mismo. Lo único que cambia es la manera de llegar a él.
• A penas hay cambios sin algo de esfuerzo o intención: se aprende practicando.
• Haz lo mismo con cada nuevo propósito que te hayas marcado. Indígnate, conecta con lo que quieres… y a por ello!
• También te puede servir el “Botiquín de primeros auxilios para conseguir lo que te propongas”
Entonces, cómo será volver al trabajo impregnado de la energía de cuando íbamos al colegio? pensando en encontrarte de nuevo con tus compañeros, a la expectativa de lo que el curso va a dar de si y con enormes ganas de vivir un sin fin de aventuras que esperan en cada curso escolar!
Ánimo y a disfrutar!
Paso vídeo relacionado!!