300 espartanos están en formación para proteger a sus familias, a su cultura y su futuro, en frente de un número muy superior de persas. Ya que van a ser atacados, los espartanos eligen el lugar donde se va a producir el enfrentamiento: Las Termópilas. Ellos aguardan con una primera fila de guerreros que recibirán la primera embestida y los compañeros de detrás esperan para sostener la fuerza de la misma. Los contrincantes están llegando como fieras y cuando se produce el choque, la primera embestida hace retroceder a los espartanos 5 metros…. Hasta que toman una enooorme bocanada de aire… y se reponen…
Hace años, en la empresa vivía el típico día de llegar a la oficina y estar esperándome un precioso mail: “incidencia grave con un cliente”. Me puse de inmediato a averiguar qué había pasado. A los 20 minutos me avisan de que el pedido de otro cliente no se iba a poder entregar. Me pongo a averiguar qué ha pasado y cómo solucionarlo. Me doy 5 minutos para un cafelito y pensar en cómo solucionar lo que ha traído el día. Subiendo las escaleras de nuevo a la oficina recibo una llamada de mi jefe: hay que hacer un informe para la tarde. “Genial”, me digo.
Todo el día se produjo igual. Incidente tras incidente y tiro por que me toca. Llegada la noche y cansado de un día demasiado intenso, ya en casa me pregunto “¿qué ha pasado hoy en la oficina chaval? No es el primer día que te sucede esto, de hecho, esto es un día de lo más normal en tu vida!! Luego, viene el final de año y lo que te habías propuesto desarrollar en el trabajo sigue sin hacerse! “
Tras llegar a esa conclusión me pongo a ver un partidito de futbol para relajarme un rato. El equipo local va perdiendo y no tiene pinta de poder hacer nada. Está completamente ocupado en cómo parar al equipo visitante, ocupado en si el árbitro ha sido injusto y en pelearse con los jugadores del equipo contrario. Yo me digo… pero si el equipo local sabe jugar al futbol genial! ¿qué está pasando aquí? La respuesta me cae como un cubo de agua en la cabeza: se está jugando a lo que quiere que se juegue el equipo visitante.
Me vienen a la memoria los 300 espartanos que se toman un momento para respirar profundamente…. Se reponen de la primera embestida.. y se dedican a hacer lo que saben hacer tan bien. Me pregunto si el equipo de fútbol podría hacer lo mismo. Se me ocurre también que en el trabajo se juega a algo muy distinto a lo que yo se jugar y a lo que quiero que se juegue. Cuando mi mente me dice: “si pero las incidencias, los problemas, los informes… seguirán llegando”, me viene a la memoria un proverbio chino: No puedes dirigir el viento pero si las velas de tu barco.
Botiquín de primeros auxilios para conseguir lo que te propongas
- Ten claro lo que quieres
- Ten claro para qué lo quieres
- Toma perspectiva con frecuencia para saber si te estás acercando a conseguir lo que quieres
- Tomate algunos minutos al día para conectar con “para qué quieres llegar allí”
- Toma respiraciones bien profundas cuando estés jugando a algo que no quieres.
- Resérvate un tiempo al día para las incidencias… seguro que vendrán.
- Cuando estés haciendo alguna tarea importante para ti, si tu mente se despista, devuélvela con delicadeza a lo que estabas haciendo.
Está claro que no podemos elegir toooodas las circunstancias de nuestras vidas, pero también está claro que podemos elegir cómo reaccionar ante ellas. Fundamentalmente nuestro entorno va a estar siempre en movimiento y va a llamar nuestra atención, pero el mero hecho de tener claro hacia donde queremos ir, hará que perseveremos en nuestro objetivo. Mas vale tenerlo porque como dice el dicho: si no sabes a donde vas, cualquier lugar te llevará allí.
Una vez tengamos claro hacia donde y para qué queremos ir allí, empecemos a implantar acciones para que al final, se juegue en tu día a día a lo que tu quieres que se juegue… y si no estas jugando a eso… ten el valor de empezar de nuevo.
Ánimo y al toro!