El Chip Mágico del Aprendizaje

Esta mañana al despertar, me he acordado de una anécdota que ocurría en los veranos donde se respiraba entre amigos un ambiente de tertulia sin prisas después de la cena. Entremezclando algún wiskito con el baile dirigido por la típica orquesta de verano,  mi padre conversaba con uno de sus amigos. Mi padre llevaba aaaaaños estudiando inglés y estaba comentándolo con él.  Hablaba de cómo se levantaba una hora antes para ir a clase o los fines de semana se quedaba estudiando por las tardes. Su amigo le dijo: yo voy a esperar que me inserten el chip mágico aunque cuando lo saquen cueste 5 millones de pesetas (si, conversación de antaño).

Primero nacemos, luego pasamos a gatear y luego a andar. Al empezar a andar lo primero que hacemos es buscar otros puntos de apoyo para poder empezar a darnos cuenta que es una cuestión de equilibrio y de ir fortaleciendo los músculos de las piernas, columna… etc. Dicen que nos caemos mas de 1.000 veces antes de conseguir dar los primeros pasos torpes, y seguro que serán más de 10.000 caídas antes de dar unos pasos bien firmes (todavía veo a algún adulto que anda así así jejejej). Ejercicio de auténtica voluntad y constancia la que hacemos con tan solo meses de vida  (¡¡Quien las tuviera   ahora!!)

 

La sociedad Impaciente

Sin embargo hoy en día, pretendemos que el regalo de navidad, unos patines en línea, casi se coloquen solitos en los pies, y tras varios intentos empecemos a hacer como los del patinaje artístico de la tele o el patinaje extremo. Si no ocurre esto, los dejamos en el baúl del olvido ¿te es familiar con algo que intentas aprender en tu vida?

Ahora,  vivimos en una sociedad donde todo se quiere para ya, o como se suele decir, “lo quiero para anteayer”. Gandhi decía que no entendía cómo nos comprábamos una casa o cualquier propiedad antes de tener el dinero para comprarla. Queremos cambiar esto o conseguir lo otro a un ritmo que se aleja mucho de ser propio a nuestra naturaleza humana y también se aleja mucho de nuestra capacidad de aprendizaje. No por lo que seamos capaces de aprender (creo que todos podemos aprender cualquier cosa  si  le dedicamos el tiempo suficiente) sino porque no siempre estamos dispuestos a pasar por el período de aprendizaje necesario para conseguir cualquier habilidad ya sea cocinar comida árabe, meditar, saber negociar o tocar la guitarra.

 

El otro día veía un curso de cocina árabe de 3 horas. Poco más tarde otro de meditación de 2 horas y otro de habilidades directivas de 36…

 

Solo serás tan bueno como tu práctica

36 horas… mi profesor de yoga me dijo el primer día de clase: “esta disciplina es para practicar unos cuantos meses, darte cuenta  si ocurren cambios en ti  durante la clase, para  luego poder trasladar eso que estás consiguiendo en un ambiente controlado, a tu día a día. Si se van produciendo cambios, continúa con esta disciplina”.

Que yo conozca, tan solo hay una manera de aprender algo: la práctica constante. Y digo práctica porque los libros pueden ser muy útiles para nuevas pistas a cerca de lo que  estamos aprendiendo, pueden servir como guías o faros en el aprendizaje. Pero como dicen en una isla de Togo: el conocimiento es un rumor hasta que entra en el músculo. Al fin y al cabo ¿cómo aprenderíamos a montar en bici? ¿leyendo 20 libros sobre montar en bici o practicando 20 horas? Con la práctica constante es como hemos aprendido cada una de las cosas que sabemos hacer. Desde mi punto de vista, si además le ponemos 3 buenos libritos… ¡¡no nos para nada ni nadie!!

 

Se me ocurren estas preguntas y sugerencias a la hora de incorporar alguna habilidad o empezar a aprender algo nuevo:

  • ¿estás intentando aprender algo nuevo? Si no es así… ¡te lo recomiendo!
  • ¿qué dedicación estás empleando en ese proceso?
  • ¿es suficiente dedicación?
  • ¿cómo te sentirás cuando lo consigas? Conecta con ello
  • ¿cómo será hacer eso que has aprendido? Conecta con ello
  • ¿estás aprendiendo haciendo? ¿o pensando sobre ello?
  • ¿estás intentando aprender demasiadas cosas a la vez? De una en una por favor

 

Al final de la velada, mi padre andaba con la mosca detrás de la oreja con el chip mágico del aprendizaje, hasta que después de un rato dándole vueltas dijo ”amigo mío, me da a mi que si quieres aprender inglés: ¡¡te lo vas a tener que currar!!”

Así que si de verdad quieres aprender algo, si de verdad quieres incorporar alguna nueva habilidad: mevetumundo, se constante, ve paso a paso y disfruta de las pequeñas pistas que harán que, igual que aprendiste a andar, termines por incorporar esa nueva habilidad con soltura y elegancia.

¡Ánimo!

¡Recomiendaselo!
  • Twitter
  • Facebook
  • email

    Leave a Reply

      

      

      

    You can use these HTML tags

    <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>