Siempre me fascinó ver al Dr. House lidiar con todo lo que ocurría a su alrededor. Era capaz de estar en una reunión y llevar diferentes conversaciones a la vez. Una sobre la enfermedad o el diagnóstico del caso que tenían entre manos. Otra, si la directora le daba permiso para ausentarse de las consultas y otra conversación sobre si uno de sus colegas de trabajo tomaba una decisión en su vida por miedo o por convicción. Y pasaba de una conversación a otra a una rapidez estrepitosa. Cambiaba de humor, de estado, de manera de hablar… en un abrir y cerrar de ojos. Siempre me fascinó esta habilidad de este peculiar personaje. Pues bien, yo no soy House!
Hace 5 años trabajaba en la empresa de mi familia y vivía en el mismo pueblo donde estaban y siguen estando las oficinas. Recuerdo una tarde de domingo que estaba grabándome 12 cd’s con mezclas de mis canciones y grupos favoritos para ponerlas en el cargador de cd’s del coche. De repente me pregunté ¿para que tanta música si de aquí al trabajo hay 3 minutos en coche? Y ese era precisamente uno de mis problemas fundamentales, que no tenía tiempo de dejar el trabajo en el trabajo y desconectar
El ciclo de los atletas
Cualquier atleta de cualquier modalidad deportiva se prepara a conciencia para dar el más alto rendimiento de cara a una competición. Podemos ver varios ejemplos en las olimpiadas o en el calentamiento de un partido de futbol o de tenis. En ese calentamiento hay una parte más física que es totalmente necesaria. Los músculos necesitan prepararse para una exigencia mayor. Poner a tono el cuerpo es uno de los propósitos de ese calentamiento y el otro propósito , una parte más mental, es empezar a conectar con el deporte que se va a practicar.
Con conectar me refiero a empezar a tener una mayor concentración, una mayor absorción en lo que se está practicando como calentamiento para poder llevar esa concentración a la competición. Empiezas a dejar todos los demás asuntos de lado, dejas de pensar en lo que has hecho antes o lo que harás después de la competición, y lo único que hay, es ese momento de preparación, donde poco a poco vas aumentando la concentración, absorción y la intensidad en el calentamiento.
Una vez finalizado el calentamiento se toman unos momentos para relajarse y seguir concentrándose. Luego empieza la competición y ahí sólo está eso, la competición. Sencillamente serán tan buenos en esa competición como buena sea su preparación física y mental; sencillamente serán tan buenos como concentrados estén durante el transcurso de la competición. Y cuando termina, se toman unos momentos para desentumecerse, estirar su cuerpo y descargarlo de la presión de la competición.
Este ciclo de preparar, abrir y cerrar es muy interesante poder llevarlo a lo cotidiano.
Desconectar
5 años después ya no trabajo en la empresa de mi familia y trabajo para mi mismo, en la mayor parte del tiempo, desde casa (no te quejabas de que no tenías tiempo para desconectar… pues toma!). Y hace poco me di cuenta que en ocasiones paro por la tarde de trabajar y me siento con mi pareja en el sofá y todavía no he soltado el modo trabajo de mi persona.
Me di más cuenta de esto un día que venía de hacer una sesión de coaching en un espacio a unos 5 minutos de casa andando. En el corto paseo de ese espacio a mi casa, pude cerrar en mi todo lo que había ocurrido en la sesión y relajarme un poco. En frente de la puerta de mi casa y con la llave en la mano me di cuenta que estaba tranquilo y en modo “voy a disfrutar de una cenita con mi pareja”. Había desconectado del trabajo.
Conectar
Pensando en el ciclo de los atletas me di cuenta que era interesante aplicarlo a cualquier actividad que hago en mi día a día. Me doy cuenta a veces que mientras hago una tarea en concreto, empiezo a abrir 3 o 4 tareas más. A veces las abro yo solito o en ocasiones vienen en forma de mails, llamadas telefónicas, un aviso de Facebook… lo cierto es que si no estamos muy concentrados.. cualquier distracción es buena! Incluso a veces lo que más cuesta es empezar a hacer alguna tarea que nos acerca a algo que queremos conseguir. Como se suele decir.. todo es ponerse, solo que a veces cuesta el mero hecho de ponerse. ¿te suena esto?
En muchas ocasiones he estado haciendo algo como escribir un artículo o preparar una charla y han aparecido en mi cabeza un montón de alternativas a hacer o a pensar. Además, al volver a la tarea que llevaba entre manos desde un principio, me ha costado ponerme y conectar con lo que estaba haciendo. Con eso, la calidad de lo que uno hace disminuye y lo terminamos a veces con prisa para pasar a lo siguiente.
Si voy a necesitar estar bien atento, centrado y relajado para una sesión de coaching o para escribir un artículo o en definitiva cuando voy a hacer algo requiere una buena calidad de atención, es interesante poder hacer un breve calentamiento. Focalizarse en ello durante el periodo de tiempo necesario y luego, poder tener unos momentos para desconectar de ello.
Algunas sugerencias
Después de probar muchas cosas, os paso aquello que más me ha servido:
- Primero pienso en lo que quiero conseguir
- Segundo pienso en para qué es importante que haga eso a lo que me voy a dedicar a continuación.
- Un buen par de respiraciones profundas siempre vienen bien.
- Pienso a groso modo en los pasos necesarios para hacer lo que necesito (planificación)
- Empiezo por el primer de los pasos y continuo hasta el último. Si me desconcentro, delicadamente vuelvo a conectar con el primer y segundo paso.
- Si aparece alguna distracción (mía o del entorno) discrimino si es importante o no. Si es importante la atiendo… y luego a conectar de nuevo con lo que estaba haciendo.
- Si me doy cuenta que tengo prisa por terminar intento estar más concentrado y calmado, en lugar de ir más rápido sin más. Como decía un gran amigo mío “ve despacio que tenemos prisa”.
- Sobre todo termino lo que estoy haciendo (en lugar de dejarlo abierto).
- Antes de terminar reviso que lo que he hecho por si hay algún cabo suelto.
- Dejo al final un espacio o un breve momento para desconectar o distraerme… para conectar de nuevo con lo siguiente.
Practicando y practicando poco a poco voy desarrollando la habilidad de mantenerme concentrado durante más tiempo en algo en concreto. Voy desarrollando la capacidad de estar más centrado y con una atención relajada más estable. Me está siendo muy útil con mis propios distractores y con los del entorno, para poder volver a conectarme con facilidad a lo que estaba haciendo y prestarle luego toda mi atención.
Al fin y al cabo creo que tan importante es poder conectar con algo como tener la capacidad de poder desconectar de algo. A veces es interesante poder hacerse preguntas tipo ¿qué necesito para concentrarme un poquito más? O… ¿qué necesito hacer para desconectarme o soltar algo? Quizás a veces consista en dar un buen par de saltos o tomarse unos segundos para respirar o darse un paseo de 5 minutos. Cada uno tiene su ritmo para todo y lo interesante es conocerlo para poder jugar con él.
¡Así que ánimo con vuestras transiciones y con vuestros ritmos!!