Esta divertidísima película nos hace reflexionar sobre el cuidado o el descuidado de nuestro cuerpo. Hay veces que, llenándolo con demasiados alimentos o con alimentos de demasiada baja calidad, le estamos imponiendo un trabajo extra para digerirlos, además de mermar nuestra calidad de vida, nuestra vitalidad y energía.
Todas las veces que como demasiado luego tengo más dificultades para concentrarme y si es por la noche me cuesta más dormirme y el sueño es menos reparador. Lo ideal: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.
Calidad en tu alimentación = mayor calidad de vida
A cuidarse un poco
¡Espero os guste!