No recuerdo ya cuál fue la primera vez que vi esta famosa serie de dibujos que no era para niños: los Simpson. Recuerdo que en varios capítulos aparece la famosa lista de Homer: “cosas a hacer antes de morirme”. Después de un capítulo donde va a la luna, o se hace famoso, o alcanza la cima de una montaña, coge el lápiz y saca de la chistera un papel modo pergamino de la que tacha una frase: ha conseguido hacer otra de las cosas que quiere experimentar en vida.
Dice el refrán algo así como: “ ¡hay si los viejos pudieran!… ¡hay si los jóvenes supieran! ” La cuestión es que la mayor parte de las personas mayores se arrepienten de muchas cosas que no han hecho en sus vidas, más de las que han hecho y se han equivocado. Los jóvenes, no tenemos quizás la suficiente perspectiva o sabiduría como para vivir una vida con mayor sentido.
LA MARIONETA
Desde que empecé a estudiar el funcionamiento del ser humano he escuchado hablar mucho a cerca de los objetivos. Un día en un curso de programación neurolingüística (PNL), escuché un ejemplo que me resultó muy curioso:
Un campeón olímpico fue preguntado a cerca de su éxito en las olimpiadas y sobre cómo había entrenado para conseguir el oro. Él contestó que se imaginó desde el principio a si mismo subido en el pódium con la medalla de oro. Que una vez esa imagen fue del todo clara, se preguntó con la medalla dorada en la mano qué había hecho para conseguirla. Y entonces todos los pasos que había hecho para llegar hasta ahí le fueron revelados, se le aparecieron en forma de pensamientos. A partir de ahí diseñó su entrenamiento.
Pensar en que quieres estar sano y saludable, imaginarte de manera clara cómo estarás y desde ahí, preguntarte qué es lo que has hecho para estar así de bien, es distinto a : “quiero hacer dieta o quiero hacer deporte”. Si lo piensas por un momento ahora, ¿cuál de las dos maneras de plantearlo te motiva más?
Está claro que es mucho más atractivo y motivante pensar en el oro (resultado final, lo que quiero conseguir) que pensar en todo lo que voy a sufrir para conseguir algo no?
Pensando en el viejo dicho a cerca de lo que ya no pueden los ancianos y de lo que los jóvenes todavía no saben, me imaginé lo siguiente: ¿ cómo sería en mi vejez darme la vuelta hacia la vida vivida y decirme a mi mismo: ¡¡ esto ha merecido mucho la pena chaval !! ” Y luego darme cuenta por qué experiencias he pasado, a lo que me he arriesgado, lo que he sido capaz de aprovechar la vida que se me ha dado. Porque simplemente es eso, un regalo del cual, tu puedes hacer lo que quieras.
La versión Homer, es escribir esas cosas que quieres vivir en una hoja y tenerla siempre en mente para poco a poco, ir tachando conforme Pasas por las distintas experiencias que quieres vivir como ser humano.
Y tu lista ¿cómo sería?