En una tribu india del amazonas, los ancianos se encargaban de una cuestión fundamental relacionada con la educación de los niños más pequeños. Los ponían a jugar con diferentes juguetes y los ancianos observaban atentamente el momento en el que a un niño se le iluminaba la cara, se le escuchaba reír de manera más viva y se sentían con más energía: eso que estaba haciendo el niño en esos momentos, era la su futura “profesión”.
Hace unos días mantenía una charla con un gran amigo. Él está en una situación en la que tiene claro lo que le gusta hacer como profesión, y no es precisamente su trabajo actual. Es por eso, que ya hace varios años que se está formando y está practicando en su tiempo fuera de horario laboral en aquello que le apasiona. Me contaba que está ya a punto de dar el paso de dejar su trabajo actual para poder concentrar todas sus energías en su proyecto personal.
Me contaba que, hablando él con compañeros de trabajo durante el desayuno les dijo lo que tiene entre ceja y ceja, a lo que ellos respondieron: “estás loco” “con la crisis que hay” “ahora es momento de pisar sobre seguro”… y él les contestó “la locura es emplear el 50 % de tu vida en algo que no te gusta ni te llena“. Con lo que a mi respecta, aplastante y contundente respuesta. Unas 8 horas al día (si no son más) 5 días a la semana (si no son más) empleando tu energía, conocimientos, tiempo, sabiduría… ¿durante alrededor de 50 años de tu vida? Es para pensárselo un par de veces.
En nuestra sociedad es muy poco común que una persona se dedique a aquello que le apasiona. A veces parecemos la típica colonia de hormigas que en su nacimiento les ponen en su cuna o un pico y una pala o bien una cesta para ponerse en la espalda para recoger alimentos el resto de sus vidas. En general nos pasamos muchos años haciendo un trabajo que nos agota y los lunes son casi como una tortura.
LEONARDO DA VINCI
A mi este personaje siempre me ha fascinado. Él igual pintaba una obra de arte que inventaba una nueva maquinaria diseñada para volar (el primer prototipo de avión). Sería algo así como “tengo todo esto dentro de mi y me da igual que no sea del mismo tema. Yo, lo expreso y lo comparto con el mundo”. Además, combinaba lo que aprendía de una materia y lo aplicaba a otras. Digo esto porque a veces tenemos varias cosas que nos apasionan y no nos decidimos por una de las dos porque nos gustan por igual. Por ejemplo a mi siempre me han gustado los deportes y el funcionamiento del ser humano. ¿porque no unir ambos?
¿y a ti qué te apasiona? A veces no lo sabemos y es interesante poder hacerse alguna pregunta de este tipo:
- ¿con qué me divertía de pequeño? ¿qué me encantaba hacer?
- ¿cuándo te sientes más auténtico?
- ¿qué hago que se me pasa el tiempo volando?
- ¿qué actividad hace que me pueda levantar con ganas de hacerla?
- ¿qué actividad hace que se me olviden todos mis problemas?
A veces la respuesta no viene a la primera. Tampoco aprendimos a andar en tres días. Como en muchas otras cosas en la vida lo interesante es poder sostener estas preguntas u otras similares durante el periodo de tiempo necesario como para que nos demos cuenta de cuál es esa o esas actividades que despiertan en nosotros una curiosidad y fascinación fuera de lo corriente.
Y cuando te dedicas a algo así, aprenderás tanto, profundizarás tanto, que lo que salga de ti serán verdaderas obras de arte. Para la parte más materialista de nosotros y necesaria para manejarse en la sociedad, el dinero, tan sólo será una consecuencia de ese gran trabajo. ¿Que diferencia trabajar para conseguir dinero que para expresar lo que llevamos dentro y compartirlo con el resto del mundo no?
Yo no digo que sea fácil o difícil dedicarse a lo que uno quiere. Tan solo digo que es posible, si le dedicas el tiempo y esfuerzo suficiente. Quizás es algo que se alcance después de varios años porque nuestras circunstancias no nos lo permite ahora (la hipotecas es que son así), pero como se suele decir quien la sigue la consigue. Al fin y al cabo, ¿en qué quieres dedicar el tiempo que se te ha dado?
Después de la charla con mi amigo, me envió este vídeo:
(¡Gracias por tan grata conversación flaco!)