No siempre uno pide lo que la vida le presenta. Como dice el dicho: “el hombre propone y Dios dispone”. Ante algunos retos nos sentimos pequeños y sin herramientas. Si no hacemos nada para adquirir estas herramientas algunos retos hacen que huyamos o los vivamos con extrema tensión. También es cierto que para lo que uno es un reto, para otro ni si quiera se plantea que lo pueda ser.
Esta es una historia real de alguien que tuvo el valor de afrontar lo que para él era un reto descomunal.