En algunas ocasiones, mientras mantengo una conversación con alguien me da la sensación que no nos estamos entendiendo o refiriendo a lo mismo. ¿te ha pasado alguna vez algo similar? Imagino que si. Entonces, el otro día le pedí a varios amigos que se imaginaran una montaña. A continuación les pedí a cada una que describiese la montaña que se había imaginado. La de uno estaba llena de árboles y era gigantesca, la de otro era con forma de pico y la de otro con forma plana… cada uno dio una definición distinta. ¿la tuya cómo sería?
Muy bien, pensé… estoy pidiendo que se imaginen un objeto palpable, tangible, observable… ¿ y si les pido que se definan el amor? ¿y si les pido que definan la amistad? ¿y la felicidad? Conceptos mucho más abstractos, intangibles…. pensé.. aquí van a haber todavía definiciones más dispares.
Muchas veces nos empeñamos en darle tan solo un nombre, una definición a una palabra. Y pensamos que una de esas definiciones es la correcta o la verdadera. Sin embargo, puede que todas ellas sean correctas y ninguna de ellas al mismo tiempo. Quizás hay palabras que no se pueden definir con tan solo una frase sino que la siguiente frase las incluye y las trascende, las incluye y llega un poco más allá.
Incluir i trascender, esto es lo que me ocurrió al ver este vídeo del Instituto Monroe a cerca de la definición de la palabra consciencia.