No se si alguna vez en tu vida has estado en una de esas situaciones en las que se te para el mundo de repente y todo empieza a funcionar de manera más lenta, uno de esos momentos donde empiezas a pensar con una claridad asombrosa, donde cada acto que haces es el acto perfecto para conseguir lo que quieres aprovechando el máximo de los recursos y posibilidades que tienes a tu alrededor.
127 horas haciendo eso a vida o muerte es lo que le sucedió a Aron Ralston en el 2003 mientras hacía escalada y montañismo, cuando de repente, se le puso LA piedra en el camino.
“no hay fuerza más poderosa en la tierra que la voluntad de vivir” me quedo con la frase.